En ocasiones, nos empecinamos en la creencia de que hay que realizar grandes cambios para conseguir grandes mejoras en nuestra empresa. Pero a menudo esta relación es inversamente proporcional y son los pequeños cambios los que pueden mejorar sustancialmente los rendimientos de nuestra pyme.
Te recomendamos cuatro ideas prácticas para conseguirlo:
Descarta o recicla lo superfluo
Visita personalmente todas las áreas de tu empresa para determinar si existen equipos o maquinaria que no se esté usando... Tal vez puedan ser vendidos. Considera la posibilidad de deshacerte de inventario almacenado o incluso, si tienes locales alquilados, plantéate si puedes prescindir de ellos para centrar todas tus operaciones.
Revisa tu estructura organizativa
Visita todos los departamentos, realiza un estudio de cuáles son más funcionales y cuáles debes modificar. Para realizar el estudio utiliza factores como: estructura, personal, sistemas, el impacto que generan a la organización, la relación e interacción con otros departamentos, etc. Y determina cómo puedes mejorar la eficiencia variando la forma en que organizas tu empresa.
Realiza una detallada descripción del personal
Realiza una descripción de cada puesto. Conoce a tu personal, sus actividades y su papel dentro de la empresa. Debes analizar cuáles son sus responsabilidades y las herramientas que necesita para desarrollar sus actividades. Esto puede darte las claves para mejorar el rendimiento de la empresa.
Crea tu propio comité de expertos
Es hora de ser creativo. Reúne al equipo y elabora un plan de acción para mejorar la eficiencia de la empresa. Seguro que podéis encontrar muchas oportunidades de mejora dentro de la organización al aunar esfuerzos.