No hace tanto tiempo, poníamos todo nuestro empeño en que no se supiese nada de nuestra vida amorosa. En la era digital ha aparecido el amor 2.0 y hasta el community manager de Mercadona sabe qué te pasa con tu pareja.
Cuando estamos entre amigos y hablamos de Internet y redes sociales, hay un tema de lo más recurrente: la privacidad. O, mejor dicho, la falta de esta. Nuestros conocidos más enardecidos se llevan las manos a la cabeza mientras niegan vehementemente. ¿Cómo hemos dejado que esto ocurra? ¿Por qué basta con Googlear nuestro nombre, para que aparezca todo tipo de información sobre nosotros? Luego, te das un paseo por las redes sociales de muchos de ellos y puedes encontrar de todo. Desde lo que comieron el domingo, hasta lo mucho que quieren a su pareja. Y es que con la reciente llegada de San Valentín, todas nuestras redes se han llenado de amor. Porque, ¿qué mejor forma de decirle a tu pareja que la amas, que poniéndolo en tu muro de Facebook? Y si lo acabáis de dejar, ¿por qué no lanzarle ‘indirectas’ vía tuit? Supongo que el amor, como todo, ha evolucionado a amor 2.0. Pero antes de poner nada en tus redes, deberías reflexionar. ¿Es necesario que tu tía Mari Carmen lea eso? Si quieres cuidar tu privacidad, ten cuidado con que el amor (o el odio) te ciegue. En caso de que no lo hagas, todo Internet se puede enterar de tu vida, tal y como les pasó a estas personas... ¡Luego no vale quejarse!
1. Amor 2.0: entras en Facebook y tienes una notificación nueva, ¿qué será? Pulsas, nervioso, y… ¡una declaración de amor de tu pareja! ¿Puede haber algo más bonito? Mientras te enjuagas las lágrimas y lees sus preciosas palabras, lo sabes: esa es la persona con la que quieres pasar el resto de tu vida. El amor 2.0 es así. A través de las redes sociales, los enamorados de hoy en día se regalan múltiples dedicatorias de amor. Fotografías con las más intensas frases, canciones de amor y poesías… ¡montones de poesías! Los mejores recursos de Internet a nuestro alcance, sólo para poder decirle a nuestra pareja lo mucho que nos importa. Además el amor 2.0, como su precursor, es ciego. Por ello, da igual que tu pareja tenga ciertos problemas de alopecia y alcoholismo, tú le quieres tal cual. Punto. Y así se lo vas a contar al resto del mundo. En serio, no es por repetirme, ¿pero puede haber algo más bonito?
2. Amor 2.0 inventado: admítelo, tú también te has imaginado alguna vez que estás con algún famoso. Es algo normal, que de vez en cuando fantaseemos con tomarnos un café con George Clooney o viajar en yate junto a Jennifer López. Pero como ya te he dicho, las cosas han cambiado. Ahora existen Internet y los ordenadores y puedes utilizar fantásticos programas de edición como Photoshop, o el siempre socorrido paint. Entonces, con fantásticas herramientas como estas, ¿para qué vamos a imaginar? ¡Empecemos a crear! No son ni una, ni dos, las personas que han creado un indescriptible montaje junto a su ídolo. Ah, y tampoco son todas ellas adolescentes locas. Por favor, obviemos que el resultado de estos montajes suele ser siempre un tanto cutre. Hoy estamos hablando del amor 2.0 y de que este no entiende de edades, barreras, ni cursos de edición. Para ejemplificarlo, nada mejor que ver como una muchacha ha perdido un cuarto de hora de su vida en plantarse, (no se me ocurre mejor forma de describirlo), junto a su ídolo, El Rubius. Ella sabe que habrá personas que dudarán de esta imagen. Al fin y al cabo, hay mucho envidioso. Por ello, su fantástica foto la acompaña de una increíble historia. No tiene desperdicio.
3. Amor 2.0 de hija: volvamos a la situación que analizábamos en el punto 1. Entras a Facebook y tienes una notificación: ¡alguien quiere ser tu amigo! ¿Quién será? No recuerdas haberle dado el Facebook a esa persona que te gustó el sábado en la discoteca. ¿Entonces? Miras y… ¡tachán! ¡Tu madre! Sí, las madres de hoy en día tienen Facebook y tú DEBES ser su amigo. Esto, provoca el pánico de muchos. Al fin y al cabo siempre has intentado que tu madre no te vea subido a un altavoz y con la corbata en la cabeza. Pero otras personas ven en esto una oportunidad de demostrar a su santa madre, lo mucho que la quieren. Por eso, cuando entras a Facebook y este te pregunta qué estás pensando, tú respondes con una declaración de amor 2.0 hacia tu madre. Como podemos ver en la imagen, una chica quiso decirle a su madre que más allá de todo, la quiere. Sinceramente, una declaración pública de amor de este tipo saltaría las lágrimas de cualquiera. Menos, por supuesto, de tu propia madre. Por supuesto que ahora tu madre tiene Facebook, pero ella sigue siendo principalmente una madre analógica. Así que, todo lo que digas, ¡tienes que demostrarlo! Al fin y al cabo, una acción vale más que mil estados de Facebook.
4. Desamor 2.0: toda moneda siempre tiene su cara, pero también su cruz. Por eso, al igual que utilizamos Facebook y otras redes sociales para mostrar lo enamorados que estamos, también lo hacemos cuando nos rompen el corazón. Es en este momento en el que sale a relucir nuestra vena más poética. Ahora empezamos a entender la melancolía que provoca una tarde de lluvia o los versos de aquel poeta húngaro. Y todos esos sentimientos que son nuevos en nosotros, ¡no podemos guardárnoslos! Así que abrimos Facebook y se lo contamos al mundo. Este es uno de los momentos más importantes porque tenemos dos posibilidades. La primera opción es sacar nuestro lado más romántico y triste. Recordar los buenos momentos que pasamos junto a la persona amada y lamentarnos por su ausencia. La poética fluye por nuestros dedos en un estado que nos hará ganarnos al menos 10 ‘me gusta’. O 12, si incluimos la canción más triste que haya en YouTube.
Sin embargo, hay una segunda opción. Nos olvidamos de qué es eso del romanticismo y optamos por el odio más absoluto. Es entonces cuando los buenos momentos quedan opacados por la causa de nuestra ruptura. Y, por supuesto, la poética deja de fluir por nuestros dedos. Ahora, básicamente aporreamos el teclado. Y claro, el resultado es un estado de Facebook tan divertido que ni tu ex puede evitar darle me gusta.
5. Amor 2.0 reactualizado o cuando las princesas Disney descubrieron las redes sociales: tanto en Facebook como Twitter hay montones de parodias de personajes clásicos. Siempre es interesante y muy divertido ver cómo la gente imagina que estas figuras habrían escrito en redes sociales. Y claro, si Miguel de Cervantes o Góngora pueden tener Twitter, ¿cómo no iban a tenerlo Ariel o la Bella Durmiente? Son estos personajes los que nos hicieron creer en el amor verdadero. Ese que te hacía luchar contra dragones y madrastras con muy mal carácter con tal de estar junto a la persona que amas. Por ello, si hay alguien que tiene derecho a informarnos sobre cómo va su relación, es una princesa Disney. Los clásicos también encuentran su sitio en las redes sociales. Y puede que tarde en llegar, pero créeme.: en el amor 2.0, también hay príncipes azules.
El 14 de febrero provoca en las personas montones de sentimientos. Algunos desean gritar al mundo lo mucho que aman a su pareja y otros lo mucho que odian a su ex. ¿Y qué mejor grito que un estado de Facebook? Y es que el amor 2.0 es tan espontáneo, que no podemos acallarlo. O quizá, sí y realmente no hace falta que cuentes toda tu vida en redes sociales, ¿verdad?
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