A veces los emprendedores deben decidirse a abandonar su confortable agujero hobbit y, bien pertrechados de magos que respondan al nombre de Gandalf, aventurarse por los senderos empresariales. Además, según Sage y la Fundación Iniciador, a través del Obsevatorio del Clima Emprendedor de 2012, los emprendedores españoles se sienten solos, incomprendidos y faltos de optimismo en cuanto a las vías para obtener liquidez, porque nunca un banco fue dama tan difícil de conquistar.
No sabemos si idénticos sentimientos colapsaban el alma de Bilbo Bolsón cuando optó por abandonar la comarca tras la promesa de un tesoro; pero, desde luego, su viaje se saldó con pingües beneficios y este es el periplo, con más o menos similitudes, que muchos empresarios españoles optan por recorrer.
De este modo, visto lo poco sensibles que se muestran las entidades bancarias ante los encantos de los emprendedores, muchos de ellos optan por la autofinanciación o demandan ayuda económica a los familiares. No en vano, el 55% de los autónomos y el 49% de los empresarios se decanta por obtener los fondos necesarios a través de la fórmula “mónteselo usted mismo”.
Además, para muchos de ellos la indemnización que perciben por su despido lleva aparejada la “entrada” para acceder a su propio negocio. Sí, porque antes se abonaba la entrada del piso y ahora se abonan “entradas” de startup, pues a emprender se destina un 4% de lo que se recibió en el despido.
¿Y por qué se deciden a montar sus propios garitos empresariales? Pues la mayoría (un 37%) baraja motivos de fuerza mayor como es la escasez de oportunidades laborales en España, otros (un 19%) busca autorrealizarse (¿sería éste el caso de Bilbo Bolsón?), mientras que un 17% ingresa en las filas de los emprendedores obedeciendo a un viejo sueño: convertirse en su propio jefe.
Lo que resulta apabullante es la respuesta unánime que otorgan todos a esta pregunta: ¿Es España un país para emprendedores? Si el año pasado, un 81,5% consideraba que nuestra nación encarnaba los antípodas al emprededurismo, ahora dicha cifra se ha robustecido pues un 92% responde que, al parecer, España es patria poco fértil y que las semillas se secan en el erial. Sí, la Comarca tampoco es cuna de emprendedores y Bilbo hubo de emigrar para poner en marcha su empresa de “cazatesoros”...
Respecto a la “leyenda” sobre una ley de emprendedores, el 51% de los emprendedores autónomos no conoce el anteproyecto de ley ni de oídas y al 45% de los empresarios tampoco les ha llegado noticias de su existencia. En cambio, los que están al cabo de esta ley no le otorgan demasiado poder revitalizador ¿o sí?, pues a juicio del 28% de los autónomos y el 37% de los empresarios emprendedores esta ley sí ayudará. Mientras que el 29% de los emprendedores autónomos y el 30% de los empresarios creen que esta normativa no arrimará demasiado el hombro.
Lo cierto es que desde Websa100, creemos en la filosofía de Bilbo Bolsón y nada mejor que un viaje inesperado en pos de un tesoro (beneficios), aunque el regreso sea incierto.