Las campañas de e-mail Marketing son unánimemente consideradas altamente eficaces tanto por los gestores de negocios y empresas, en especial de PYMES, como por los responsables de compañías de marketing y publicidad.
En cualquier caso, para lograr la máxima rentabilidad y eficacia posible en este tipo de acciones publicitarias no es suficiente con enviar masivamente e-mails a posibles clientes. Es muy recomendable ir más allá y realizar pruebas de testeo de manera correcta, planificada y sistemática.
Sin embargo, en la práctica son pocas las empresas que llevan a cabo buenos programas de testeo, perdiendo así una gran oportunidad de comprobar la eficacia de las campañas y, lo que es más importante, poder realizar los ajustes necesarios para mejorarlas.
Los motivos por los que no está demasiado generalizada la realización de testeos de campañas de Marketing por e-mail son que requieren tiempo dedicación y conocimientos adecuados, puesto que entran en juego muchos y variados factores a considerar.
Las fases de una campaña de testeo
Como agencia de marketing digital, sabemos que para realizar un testeo óptimo de una campaña de e-marketing tenemos que definir y, posteriormente, implementar una buena estrategia con las siguientes fases:
- Definir una o varias hipótesis. Aunque no es obligatorio, lo normal es que antes de iniciar una campaña de testeo tengamos unas ideas en mente que queremos demostrar o corroborar. Ejemplos de hipótesis son: para el usuario es más importante la marca que el producto en sí o el cliente valora más el precio que la calidad del servicio.
- Elegir el tipo de test y el grupo de control. En función de las hipótesis que queramos demostrar, tenemos que escoger el tipo de test más conveniente: a corto o largo plazo, de una sola variable o multivariable, etc. En cuanto a los grupos de control, estos pueden ser usuarios universales o segmentados por sexo, edad, lugar de residencia, etc.
- Desarrollo e implementación la estrategia. Con la hipótesis, tipo de test y grupo de usuarios definidos llega el momento de desarrollar y poner en marcha el testeo propiamente dicho. Existen varios métodos: por ejemplo, podemos lanzar un mail de prueba remarcando el precio de un producto y otro enfocado al servicio para averiguar cuál es más eficaz.
- Valoración de resultados. Se trata de comprobar si nuestra hipótesis de partida es correcta o no y, en función de los resultados obtenidos, hacer los ajustes o cambios adecuados en nuestras próximas de campañas de e-mail Marketing.
Las campañas de publicidad por correo electrónico tienen la gran ventajas que permiten el análisis concreto de todo tipo de variables (aperturas, conversiones, eficacia de la landing page…) y además en tiempo real. Esto implica una dosis extra de dificultad y complejidad en lo que se refiere al correcto análisis y valoración de los resultados, lo que muchas veces hace recomendable la contratación de una empresa especializada en este tipo de testeos.