Los tres, más o menos, vienen a decir lo mismo, ya que, evidentemente, todos ellos ponen bajo la lupa el mismo fenómeno: la España emprendedora.
Si alguien creía que la ratio era un dato circunscrito tan sólo a las aulas, resulta que podemos extrapolarlo al sentimiento emprendedor que aflora entre los españoles. Así, de cada 10.000 habitantes, tenemos un ratio de 14 emprendedores. En cuanto a provincias más comprometidas con el fenómeno de “montar algo”, hemos de echar un ojo a Madrid, Málaga y Barcelona.
Así, Madrid puntúa el máximo con 21,3 emprendedores por cada 10.000 ciudadanos, Málaga cuenta con 19,6 y Barcelona con 17,8. A Madrid y Barcelona se las esperaba, a Málaga no tanto. ¿Qué que dan de comer en esas ricas tierras malagueñas? Al parecer, carácter emprendedor.
Lo cierto es que aunque el volumen de negocios que empieza su andadura ha aumentado un la 1,75% con respecto al mismo período del año pasado, siendo el volumen de altas oficiales de 64.989, resulta difícil contrarrestar la avalancha de “bajadas de persiana” que sufren nuestras aceras comerciales. No en vano, este año han desaparecido 33.391 empresas, lo que traducido a viles porcentajes supone un 14% más que en 2011.
Por eso emprender se ha convertido en el verbo más atareado de los últimos años y el que practican principalmente varones jóvenes (juventud tasada en los 38 años) y con estudios universitarios. Aunque ya no es tierra de hombres y jovenzuelos, dado que los mayores de 50 y las mujeres comienzan a lanzarse a la tarea de crear PIB.
Analizando el asunto, en Websa100 estamos seguros de que si el verbo emprender abriera cuenta en Twitter tan sólo en España y, pulverizando tiempos, alcanzaría con facilidad los seis millones de “followers”. Ahora falta también un índice de “practicioners” con guita y buen ojo para ello. La falta de emprendedores en España.