Los tiempos de garaje de Apple han vuelto, porque cuando uno va “largo” de ideas, y entusiasmo pero “corto” en recursos no puede quedarse en casa, ¿o sí? Ya sabrás que muchas de las marcas que nos asisten y que nos tientan diariamente se gestaron en un garaje. Sí, un garaje como un útero para negocios maravillosos que supieron derrocar la carencia de dinero incial. Además del archiconocido caso de Apple, otros mucho antes empezaron a tirar de trastero como Disney, HP, Amazon, Mattel o el todopoderoso Google. Desde luego, el primero en marcar tendencia fue el amo y señor de los dibujos animados, Walt Disney, cuyo primer estudio en Hollywood se instaló en un garaje en casa de su tío Robert.
Y ahora, por fin, España empieza a exportar historias garajeras con negocios que crecen al amor de un ambiente humilde, pero muy creativo como garajes, salas de estar, cocinas, trasteros o furgonetas, porque cuando la idea es buena y, sobre todo, cuando uno cree en ella hay que subir la persiana del negocio sea donde sea.
Así que en nuestro país ya contamos con ejemplos de emprendedores que han urdido todo su plan desde un garaje. Así, podemos hablar de Floresfrescas.com, una idea surgida en una reunión de amigos, cuando uno de ellos se quejó de lo poco que duran las flores frescas en casa y todos ellos, incapaces de permanecer mano sobre mano, se pusieron a discurrir un método para cambiar esa tendencia. Y dieron con el modo: vender tallos cerrados, recién cortados, a 15 euros (el precio actual es de 19€) y dispuestos a florecer en tu casa (no antes).
Como resultado, floreció un buen día de 2006 Floresfrescas.com en un austero garaje, además de este longevo ejemplo, últimamente se ha incorporado al club de los garajes patrios la iniciativa de un emprendedor de 26 años llamado Óscar Palencia, quien inspirado por un viaje se puso a confeccionar gafas de sol con montura de madera: empezó a fabricarlas en el garaje de su casa en Alella y resulta que ha logrado colarlas en cincuenta tiendas de moda y ópticas de España. Pero también sus modelos empiezan a afincarse en Perú, México o Italia. ¿Nos hemos topado con el Ray-Ban de las monturas de madera? Los años contestarán.
Lo cierto es que los garajes encandilan tanto que hasta la marca de automóviles Nissan quiso resucitar ese espíritu modesto de los emprendedores garajeros o desde casa y convocó el concurso “Nissan Innovation Garaje”, ya clausurado y rumiando los ganadores, pero que, aún así, presta sus oídos 2.0 a cualquiera que tenga una idea y quiera trocarla en S.A, S.L., o lo que se tercie.
Muchos apuntan con gracia que el problema de nuestro país es que anda escaso de garajes y que con un buen plantel de trasteros inspiradores dispondríamos del parque de emprendedores más grande de Europa. Sí, porque los garajes deben echar humo, pero humo procedente de las mentes de sus moradores, quién dijo coches...