El f-commerce ya está aquí. ¿Tendrá éxito o está condenado al fracaso?
Plantar una tienda en la red social de Zuckerberg es lo más parecido a adquirir un local en la milla de oro de un país llamado Facebook. Dicho Estado cuenta ya con una población de más de 600 millones de personas cuya tasa de natalidad, para colmo, anda desmadrada pues no cesan de llegar nuevos ciudadanos dispuestos a instaurar sus perfiles personales, sus “likes” y hacerse con una buena corte de amigos. Por lo tanto, asistimos al nacimiento de un nuevo concepto que viene a sumarse a la maraña online: f-commerce.
Los primeros que cataron un canal de venta online a través de su presencia en Facebook fueron la aerolínea estadounidense Delta y 1-800-Flowers.com en 2009. La experiencia se saldó con éxito de modo que en el Serrano virtual despuntaron los garitos de Nine West o la textil Gap, entre otros osados. Todas ellas con el propósito de reciclar los “me gusta” de sus fans en adquisiciones de sus productos. Así como 2005 fue el año de la conmemoración del centenario del Quijote, 2011 se vaticinaba como el del f-commerce, pero lo cierto es que el fenómeno no acaba de encontrar suficientes enamorados y el año se extingue…
Lo cierto es que los consumidores miran con desconfianza la mencionada red social y se resisten a llenar el carrito de la compra en semejante lugar. De hecho, según los datos de Social Media Influence, el 89% de los usuarios británicos todavía no ha adquirido nada a través de Facebook y el 44% no tiene intención de lanzarse a ello. Además, sólo un 8% de las marcas que disponen de página en Facebook permiten realizar transacciones a través de la red social.
Y como posibles escollos a su evolución (puesto que quizás nunca evolucione a Sapiens) se halla la falta de control sobre un sitio tan cambiante como el viento en cuanto a políticas de privacidad y es que uno no quiere tener tras de sí el firmamento social cuando saca la tarjeta de crédito.
Por lo tanto, y a pesar de que las previsiones apuntan a que en 2015 el mercado global del social commerce alcanzará los 30.000 millones de dólares, puede que el f-commerce se quede en una profecía “social” estrellada. Y tú, ¿confías en el f-commerce?