Cuando las personas tenemos dudas o problemas legales, lo primero que hacemos es, sin duda, buscar a un abogado. Ahora, ¿a cuál de entre todo el mar de abogados que surgirá ante nosotros, es al que elegimos? ¿Por qué a éste y no a otro o al de más allá? Aquí es donde el marketing jurídico entra en juego y se convierte en uno de los factores más determinantes de nuestra decisión. ¡Te contamos cómo funciona!
De un abogado se espera que conozca todas las leyes y cómo funcionan, no que sepa cómo captar clientes. Para eso está el marketing jurídico que ayuda no sólo a los abogados o bufetes a darse a conocer, sino que también ayuda a los clientes a elegir a quién más le convenga según sus necesidades.
¿Qué es esto del marketing jurídico?
El marketing en general es, según la RAE, "el conjunto de principios y prácticas que buscan el aumento del comercio, especialmente de la demanda".
El marketing jurídico es, por tanto, el conjunto de acciones y estrategias que buscan potenciar el negocio de todos aquellos dedicados a ofrecer servicios jurídicos.
Dicho así suena muy grandilocuente, pero nada más lejos de la realidad. Hoy en día el marketing está al alcance de todos, y más aun si nos movemos en el mundo online. En este post me voy a centrar en las acciones de marketing jurídico que se pueden llevar a cabo para captar clientes en Internet. No sólo porque mi experiencia se centre en el mundo digital, sino porque de verdad creo que es donde mejores resultados se puede conseguir.
Claro que para empezar en este mundo, se necesita una buena página web con un buen diseño. Pero hoy no me quiero centrar en este tema. Hoy te voy a contar las estrategias de marketing jurídico más efectivas para tu despacho.
Estrategias de marketing jurídico: SEO para abogados
El SEO (Search Engine Optimization) es, de forma resumida, una estrategia para posicionar de forma orgánica una página web en los motores de búsqueda.
¿Te imaginas que alguien busca en Google "despacho de abogados" y el tuyo es el primero en salir? En eso consiste el SEO. Conseguir que una página web vaya escalando posiciones en los resultados de búsqueda para ciertas palabras clave.
No obstante, el ejemplo que te he puesto es, por desgracia, prácticamente imposible de conseguir (siempre teniendo en cuenta que nada es imposible). Eso es porque hay muchísima competencia para esa palabra clave y hay otras empresas que llevan años luchando por posicionarse en ella. Conseguir que tu página aparezca para esa búsqueda puede requerir muchísimo esfuerzo y probablemente ni si quiera resulte rentable.
Pero tranquilo, que no todo es imposible. De hecho el SEO es muy útil para el marketing jurídico. Permite a los despachos de abogados luchar por palabras clave que realmente les diferencian. Es decir, "despacho de abogados" es algo tremendamente genérico y hay miles en España. En cambio, "abogados para accidentes de trabajo en Madrid" es una búsqueda mucho más concreta y no todos ofrecen ese servicio. Lo mejor de este caso es que puedes aparecer para una búsqueda que se acerca mucho a lo que ofreces. Por lo que la posibilidad de que hagan clic y acaben poniéndose en contacto contigo es mucho mayor así.
Estrategias de marketing jurídico: SEM para abogados
El SEM (Search Engine Marketing) es, en resumidas cuentas, la publicidad de pago en los diferentes motores de búsqueda.
Haz la prueba. Busca en Google, por ejemplo, "Abogados + tu localidad", verás como, seas de donde seas, aparecen un montón de anuncios. Los anuncios de Google se diferencian porque llevan una pequeña etiqueta verde debajo del título que dice "Anuncio". ¿Los ves? Esos son anuncios SEM. Es decir, no son búsquedas orgánicas como en SEO, sino anuncios por los que se paga para aparecer.
Ahora vuelve al ejemplo anterior y e imagina de nuevo que tu página aparece la primera cuando alguien busque "despacho de abogados". Ahora sabes que eso es muy difícil de conseguir... en SEO. En SEM, en cambio, es posible.
Ya te decía yo que nada es imposible :)
El SEM, en el fondo, tiene la misma finalidad que el SEO, que tu página aparezca la primera a los usuarios. Solo que aquí, como funciona a través de un sistema de pujas, sí que es posible que cualquiera ocupe el primer puesto. Cualquiera dispuesto a pagar, claro. Esto no quiere decir que sea rentable pujar por palabras clave muy amplias como es este caso. y el resto de motores resultan mucho más efectivos cuando nos vamos a palabras clave más concretas. Lo bueno de la publicidad de pago con respecto al SEO, es que podemos pujar por muchas más palabras clave y podemos medir los resultados de una forma mucho más exacta.
Estas herramientas nos pueden llegar a decir hasta cuántos usuarios que han hecho clic en nuestro anuncio, han llamado, a continuación, a nuestro número. Es decir, gracias al SEM un despacho de abogados puede tener una gran visibilidad y medir los resultados de la misma. Además, puede definir a qué segmentos de la población quiere aparecer (personas que estén físicamente cerca, personas interesadas sólo en X servicio...). ¿Genial, no?
Otras estrategias de marketing jurídico
Como habrás podido ver, el SEO es muy útil para atraer tráfico de calidad a tu web. El SEM para captar clientes potenciales de una forma más rápida y directa. Pero el marketing jurídico no se queda aquí. Una vez tenemos a los usuarios en la página web... ¿qué pasa con ellos? Para que nos llamen tendremos que tener bien explicado lo que hacemos, el número de teléfono puesto de una forma muy visible y un formulario preparado para los que prefieren no llamar. Eso requiere un buen diseño, llamadas a la acción efectivas y un buen contenido.
Al final la clave de todo está en la diferenciación. Si has ido leyendo todo lo que he ido contando a lo largo del post, te habrás dado cuenta de que, para que todo funcione, necesitas tener clara la diferenciación para ti o tu despacho. Es decir, para qué palabras clave quieres pujar, qué ofreces tú que no ofrezcan otros y a quién te quieres dirigir. Intentar abarcar demasiado nunca da buenos resultados. Pero tranquilo, no estás solo. Un experto en marketing jurídico sabrá ayudarte sin problemas a buscar tu diferenciación y a definir qué estrategia es la que más te conviene.
Imagen cortesía de Robuart, autor en Depositphotos.