¿Quién no tiene presencia en la red hoy en día? Hasta la gran mayoría de los padres de esta nueva generación tecnológica se han metido aunque sea en Facebook, incluso algún que otro abuelo. Estamos cada vez más en contacto con conocidos y no tan conocidos, y en las redes podemos encontrarnos a compañeros de clase o trabajo, profesores, jefes, etc. Estamos tan presentes en tantos lugares de la red que debemos dar la mejor primera impresión posible, y es así cómo nosotros mismos nos convertimos poco a poco en una marca. Nuestra forma de interactuar en base a esto dentro de la red define nuestra marca personal.
Al igual que ocurre con cualquier otra marca, la marca personal proyecta hacia los demás una imagen específica de nosotros mismos, un conjunto de cualidades que no sólo nos definen, sino que también nos diferencian de los demás. El uso correcto de estas cualidades nos permitirá obtener una mayor visibilidad y nos creará una reputación que deberemos cuidar. Siempre hemos sido un producto y nos teníamos que vender para conseguir la atención de una persona a la que convertir en nuestro amigo, nuestra pareja o nuestro jefe, y con las redes sociales esto se acentúa aún más porque no nos da pie a bajar la guardia. Un tweet desafortunado, un estado de Facebook fuera de lugar, pueden destrozar nuestra reputación, pues se convierten en un fallo público que no queda dentro de un círculo íntimo de conocidos y nos expone ante todo un mundo virtual repleto de desconocidos cuya primera impresión de nosotros es deplorable, por lo que tenemos que trabajar para solucionar ese error. Exactamente igual que ocurriría con cualquier otra marca.
Precisamente el hecho de que todos tengamos una marca personal sin ser conscientes de ello hace que ésta tienda ser poco sólida y, en ocasiones, no nos beneficie de cara a asuntos personales y, sobre todo, profesionales, ya que cada vez es más habitual que, al optar por un trabajo, los reclutadores investiguen nuestros perfiles en las redes para conocer la verdadera naturaleza de quien están entrevistando y lo que puede aportar a la empresa en cuanto a imagen.
Ya repasamos en su día los siete pasos básicos para crear tu marca personal, pero, una vez seguidos, ¿cómo potenciarlos con las redes sociales? ¿Qué puede aportarnos cada una de ellas? Al fin y al cabo, las redes sociales potencian cada vez más nuestra vida profesional, ya que son el mercado en el que los consumidores pueden descubrir y escoger los productos que somos nosotros mismos. Pero, ¿qué redes elegir? ¿Cuáles tienen más visibilidad? ¿Cuáles me pueden ayudar a cumplir de forma más eficiente los objetivos que me he propuesto? Te explicamos cómo usar correctamente las redes sociales más importantes para potenciar al máximo tu marca personal:
- Twitter: Twitter es la red de la marca personal por antonomasia. Se ha convertido poco a poco en una red de uso obligado para personas y marcas, pues su característico límite de caracteres da juego a desarrollar una creatividad sin precedentes a la hora de expresarlo todo con apenas 140 caracteres, además de que permite una interacción directa, inmediata y cercana. Si aprendemos a utilizar Twitter debidamente y tenemos siempre nuestros objetivos y nuestro target en mente, podemos convertirnos en influencers de la red y podrán asociarnos a unos intereses concretos. Lo ideal es tener una cuenta personal y, aparte, una cuenta profesional en la que evitaremos hablar de temas delicados que traigan polémica. Tendremos que encontrar a personas influyentes dentro del sector en el cual nos queremos mover y seguirlas e interactuar con ellas para conseguir reconocimiento, siempre utilizando un lenguaje cercano. Debemos saber cómo gestionar las listas de contactos, estar al día de los trending topics y, por supuesto, manejar a la perfección los hashtags, cuya importancia es tal que pueden llegar a asegurar el éxito. En la biografía de Twitter conviene incluir una descripción profesional pero creativa y un enlace a tus redes de contenido, como por ejemplo a tu blog. Y, por supuesto, hay que estar activo con regularidad y no dejar la cuenta abandonada.
- Facebook: Si existe una red que aporta mayor visibilidad que Twitter, esa es la titánica Facebook. De ésta sí que no puedes pasar sin un perfil si eres una marca; no tener una página de Facebook a estas alturas es un suicidio comercial. Al igual que en Twitter era recomendable separar la vida personal y profesional en dos cuentas, en Facebook ocurre más de lo mismo. La gran mayoría de las personas tienen un perfil personal en Facebook que utilizan para comunicarse con amigos y familiares y compartir música, vídeos, artículos acorde a sus gustos y, por supuesto, opiniones que reflejen sus ideologías. Todo el mundo tiene derecho a tener su propia opinión y exponerla siempre y cuando no perjudique a nadie ni viole los derechos de ninguna otra persona, pero de cara al mundo profesional pueden causar tensiones innecesarias. Por ello, se recomienda crear no un perfil aparte, sino una página personal cuya URL puedes (y debes). En esta página personal lo ideal es compartir contenido que tenga que ver con tu sector y con tus objetivos, así como enlazarla a otro tipo de contenidos creados por ti, como vídeos en YouTube si tienes un canal o artículos propios si escribes en un blog. Y no mezcles estos contenidos con tu vida personal, pues a la red de contactos que quieres crear en esa página no le interesa lo que te ha ocurrido en el gimnasio, lo bien que lo pasaste en la barbacoa familiar ni lo que te tomaste en el bar con tus amigos. Para eso tienes tu perfil personal.
- Instagram: En los últimos años, Instagram ha subido como la espuma no sólo para las personas, sino también para las empresas. Una buena estrategia en Instagram puede optimizar el rendimiento de tu negocio. Instagram nos atrae porque es pura imagen, nos entra totalmente por los ojos, y una mala foto puede llevar al fracaso dentro de esta red, ya que la gente en Instagram busca fotografías bellas, creativas y de buena calidad que, además, cuenten una historia. Es importante, por tanto, saber cómo utilizar adecuadamente las herramientas que nos ofrece esta red: luz, encuadre, filtros, tipo de publicaciones,… Sólo cuando sepamos cómo sacarle partido a la cantidad de opciones que nos ofrece Instagram podremos desatar toda nuestra creatividad y, al mismo tiempo, obtener excelentes resultados que no sólo definirán nuestra marca personal si no que, además, nos catapultarán a lo más alto de esta red fotográfica. Debemos cuidar también el perfil y tenerlo completo con un buen avatar, un buen nombre, una buena descripción y una URL enlazada en la misma. Del mismo modo, conviene activar las notificaciones de aquellos perfiles que nos interesen para estar siempre al día de sus publicaciones y darles like, además de comentar, para interactuar con ellos. Y, por supuesto, no te olvides de los hashtags.
- Google+: De todas las redes que hay en esta lista, Google+ es seguramente la más abandonada e infravalorada. No son pocas las personas que se preguntan cuál es su verdadera utilidad y siempre se bromea mucho con eso de que no la utilice nadie y no sirva para nada. Pero nada más lejos. Google+ es la red que más afecta a nuestra estrategia SEO y sus +1 son más relevantes que los likes de Facebook y los retweets de Twitter de cara al posicionamiento web. No en vano se trata de la red social del buscador de buscadores. Por eso es muy importante generar un contenido de calidad en nuestro perfil de Google+ y conseguir esos +1 que tanto nos van a beneficiar. Como ocurría con Twitter, es de vital importancia hacer un uso correcto de los hashtags y del resto de herramientas que Google+ pone a nuestra disposición, como las comunidades con las que podremos encontrar contactos e interactuar en nichos de temáticas concretas, o los hangouts, que nos ofrecen un grado de visibilidad muy a tener en cuenta.
- LinkedIn: No podemos hablar del desarrollo de la marca personal en redes sociales sin mencionar a la red de profesionales por excelencia. Os hemos hablado mucho de los pasos a seguir para tener un perfil de 10 en LinkedIn y, por supuesto, también os hemos contado 15 consejos para tener la mejor presencia profesional en esta red. Como sabéis, LinkedIn no es un simple currículum virtual, sino que es un escaparate a nuestra experiencia. Las habilidades que mostramos en LinkedIn puedes ser corroboradas por nuestra red de contactos y las recomendaciones nos aúpan por encima del resto. Por ello, todo tiene que estar orientado al ámbito profesional: foto, extracto, contenidos,… LinkedIn no da cabida a lo personal. Además, puedes personalizar la URL de tu perfil para que sea simple, corta y única, y llame más la atención que una URL por defecto llena de números y letras colocados al azar. Participa en los grupos y publica contenido profesional que sea de interés para tu sector y tenga que ver con los objetivos que quieres conseguir, redacta un extracto creativo y completo y utiliza palabras clave para que te localicen fácilmente dentro de tu sector.
Quien dé contigo en Internet recibirá como tarjeta de visita tu marca personal, y eso es algo que se construye con tiempo, paciencia, perseverancia y, sobre todo, conocimiento. Pero no te traiciones nunca: sé tú mismo, no la imagen de lo que los demás quieren que seas, porque a la larga esa máscara se caerá revelando quien realmente eres, pero si eres tú mismo te ahorrarás el trabajo extra de fingir ser lo que no eres. De modo que, ¿a qué esperas para poner en práctica estos consejos? ¡Construye una marca personal de diez y comenta si tienes algún otro consejo para nosotros!
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Imagen cortesía de Shutterstock.