La clave de este argumento es organizar los servidores de la Administración pública, los ordenadores de las entidades y todos los recursos de computación en clave grid para los autónomos.
Un proyecto que podría hacer realidad ese tan cacareado esfuerzo público por proteger a los autónomos y llevar hasta el pequeño empresario mejores medios de trabajo y gestión de recursos en red.¿Pero qué es eso de la computación grid? Se llama grid a un sistema de computación distribuido que se basa en el reparto de recursos online con el beneficio de que ninguno de ellos está dispuesto de forma centralizada, ni hay un centro geográfico de control.
Son recursos que se comparten, recursos como las capacidades de cálculo de las supercomputadoras, como la operatividad de los ordenadores, las de los sistemas portátiles que albergan y gestionan información, los simples programas informáticos y un sinfín de recursos, todos muy potentes que la Administración pública sólo dedica para sí.
Se trata de aprovechar la potencia de miles y miles de ordenadores públicos operando al mismo tiempo en un sistema heterogéneo, pero bien integrado. Un sistema perfectamente escalable, altamente flexible, siempre disponible y que nunca representaría caídas de servicio.
Sería un sistema grid para autónomos registrados, exclusivo, con accesos seguros y protocolos bien definidos. Un sistema que haría que navegar por Internet fuera poco menos que volar, sin los inconvenientes del ancho de banda, los cuellos de botella de los picos horarios y la lentitud con la que operan los sistemas privados que nunca alcanzan los megas contratados.
Un proyecto que ayudaría a meter a los autónomos, y de cabeza, en la nueva sociedad de la información y llevaría a la Administración pública lo que es su trabajo a servir a los ciudadanos, especialmente a los que soportan una parte importante de la economía de este país.