Los contenidos audiovisuales son tendencia y 2014 puede que sea el año de la imagen y el vídeo, como instrumentos destacados dentro de las agencias de marketing digital. Sin embargo y a pesar de las cifras de inversión en este tipo de publicidad, la mayor parte de los internautas nos saltamos los anuncios pre-roll, es decir, los que se muestran antes del contenido en cuestión.
Según un estudio realizado por Akamai, el 94 por ciento de los usuarios de Internet obviamos este tipo de información comercial. ¿Quién no ha pasado olímpicamente de los spots previos a los vídeos de Youtube?. Es lógico, resultan tan molestos como los anuncios emergentes u otros formatos publicitarios. Además, el efecto intromisión se ve agravado si la temática del spot nada tiene que ver con nosotros, o con el asunto sobre el que nos interesamos.
Los anuncios mid-roll, por su parte, son los que aparecen al mismo tiempo que se muestran los contenidos. Las tasas de terminación de estos spots son mayores que las de los pre-roll, aunque ignoramos si los internautas se limitan, simplemente, a dejar pasar el vídeo sin pararse en más detalles.
Lo paradójico del asunto es que, pese a nuestro aparente “pasotismo” frente a la publicidad digital, la Red se está consolidando como el medio con mayor incremento de inversión publicitaria en todo el mundo. En 2015, los anuncios online supondrán el 25 por ciento de la facturación publicitaria mundial. Durante 2013 y por primera vez, Internet está superando a la prensa en este ámbito.
La publicidad móvil (smartphones y tabletas) crece a un ritmo siete veces mayor que la diseñada para ordenadores de sobremesa. Este segmento online se incrementará un 77 por ciento durante 2013.
El vídeo como soporte de marketing es, en definitiva, más que recomendable y continuará en auge durante los próximos años. Entonces, ¿cómo puede explicarse la apatía que los internautas sentimos por los anuncios online?. El problema quizás radique en que nos empeñamos en trasladar el modelo de publicidad convencional, el de la televisión y las grandes campañas generalistas, al ámbito del márketing online. Habría que aplicar nuevas estrategias para un medio, que poco tiene que ver con los tradicionales.
Imagen: Flickr-Alberto Garrido