¿Te has parado a pensar alguna vez qué tipo de emprendedor eres? A la hora de catalogar a los emprendedores, ésta se puede erigir como una tarea de lo más compleja y es que podríamos decir que cada uno cuenta con sus propios rasgos que les hacen únicos.
No obstante, existen dos características que tienen en común todos los emprendedores y son la valentía y la ilusión. El cómo sepan manejar las distintas situaciones y el cómo enfrentarse a los problemas y éxitos que van llegando es el criterio a partir del cual podrían establecerse algunos tipos de emprendedor y hoy te los vamos a mostrar.
- En primer lugar podemos destacar a aquellos emprendedores más competitivos que siempre están al quite de cuáles son las últimas tendencias del mercado para desbancar a la competencia. Son trabajadores natos y viven por y para su negocio pues necesitan controlar cada detalle del mismo para ir siempre tres pasos por delante que el resto.
- También podemos encontrar al emprendedor que cuenta con un más carácter especulador, es decir, siempre está atento a las oportunidades para escoger el momento adecuado para poder aumentar sus ingresos cuando sea posible. No se limita a hacer crecer el negocio a base de esfuerzo, sino que además está constantemente al acecho de nuevas oportunidades que puedan hacerle subir más rápido.
- En tercer lugar tenemos al empresario especialista, aquel que puede permanecer en un negocio durante años y años. Suelen ser profesionales independientes con una gran experiencia y buenos conocedores del sector y que no cesan en su intento por destacar dentro de un mercado competitivo.
- Por último cabe destacar al tipo de emprendedor “inventor”. Ese que siempre está maquinando para llevar a cabo nuevos proyectos y descubrir nuevas formas para el negocio que lo hagan crecer sacando el máximo partido del mismo. Por eso, centra su esfuerzo en conocer el negocio hasta el último detalle para saber en dónde debe enfocarse.
Como puedes ver, todas estas categorías en las que hemos englobado a los emprendedores cuentan con sus ventajas y sus inconvenientes. Lo importante es que tú sepas valorar qué tipo de ellos eres y cuáles son tus puntos fuertes y cuáles tus debilidades para que puedas utilizar los primeros en tu favor y saber enfrentar las segundas logrando de esta forma el éxito de tu negocio.