En los últimos meses hemos hablado mucho del cambio de comportamiento de los consumidores y del auge del uso de dispositivos móviles, tales como smartphones o tabletas. Estas explicaciones no son cuestiones menores, ya que configuran el panorama que empresas y anunciantes deben tener en cuenta si no quieren quedarse al margen de la evolución del mercado 2.0.
Seguro que muchos recordáis que cuando surgieron los teléfonos móviles una marca escandinava, cuyo nombre no vamos a desvelar, mantuvo durante un tiempo el liderazgo del mercado y todos echábamos mano de sus terminales a la hora de comunicarnos sin cables. La multinacional en cuestión no supo entender la evolución de la telefonía móvil y en poco tiempo otras compañías le arrebataron el puesto.
La anécdota es extrapolable a la situación que atraviesa el retail, un sector que puede beneficiarse en gran medida de las ventajas que aporta el comercio electrónico y sus modalidades más recientes, donde el m-commerce se sitúa a la cabeza. La pregunta que nos hacemos ahora es: ¿Han sabido sacarles partido?
Mal que nos pese, hasta este momento no. Y es que, según el estudio de Cisco (Cisco Visual Networking Index) sobre la evolución y uso de estos dispositivos, el sector del retail tiene mucho camino por delante para obtener los beneficios que busca.
En primer lugar, porque las empresas que pertenecen a este sector aún no han adaptado –en su mayoría- sus páginas web y tiendas online a estos nuevos dispositivos. Optimizar sus espacios web mejoraría la experiencia de compra de los usuarios y, con ello, las marcas aumentarían las posibilidades tanto de fidelizar clientes como de difundir sus productos y servicios.
De este modo, la clave del éxito de los retailers pasa por diseñar para optimizar todas sus funcionalidades a los nuevos dispositivos de uso y consumo de los internautas, integrándolas con ello a la experiencia de compra multicanal para aumentar las ventas de sus negocios.
Así, es interesante hacer un recorrido por los sitios web de los principales retailers del país y comprobar que son pocas las marcas que han invertido en ello. De hecho, es frecuente visitar páginas que cuyos textos son difíciles de leer o la navegación hace imposible el proceso de compra, ya sea por su falta de explicación en los pasos que deben seguirse o por las escasos medios de pago que presentan al usuario.
Por todo ello, es recomendable que las empresas que integran este sector sean conscientes de la importancia no ya de la Red entre los consumidores, sino de los usos que hacen de ella y los mecanismos que utilizan. Sólo así podrán alcanzar los objetivos que se propongan.