Quizás antes de encender nuestro smartphone, nuestra tableta, ordenador o la tele, uno deba lanzarse a una serie de ejercicios matinales para empezar a calentar los músculos faciales y del cuello, y, de este modo, no acabar derivando en un esguince, pues, según soplan los vientos tecnológicos, dentro de poco podremos interactuar con nuestro dispositivo con simples movimientos de ojos, de cabeza o cotidianos gestos faciales.
La que está detrás de este ingenio es una startup israelita de nombre Umoove cuya aspiración empresarial es cambiar el mundo sin necesidad de manos (The passion to change the world, with no hands...) , y parece que el objetivo se cristalizará, en breve, en nuestros artilugios.
Desde luego este novedad supondrá un importante avance para aquellos usuarios con limitaciones físicas que podrán recurrir a “la tecnología más avanzada” del mundo, y aún no superada: la mente, apunta el CEO de la compañía, Moti Krispil. Esta invención, asegura, es única en el mundo y, por tanto, cuenta ya con una patente.
Parece que el invento relegará a la edad de piedra incluso a Siri, el asistente de voz de Apple. De todos modos, y a pesar del optimismo de Umoove, veremos cómo acoge la novedad el usuario, pues no hay que tirar mucho de memoria para recordar el caso de Samsumg que en 2005 pretendió revolucionar el mundo de los teléfonos con el modelo SCH-310 que se controlaba a través de los movimientos. Así, por ejemplo, con un SCH-310 entre las manos terminada la llamada, podías colgarlo agitándolo dos veces, o reproducías el mismo gesto para borrar el correo basura.
Aunque es cierto que Umoove pretende abordar un estadio superior, pues la mente asumiría el cargo de maestro de ceremonias y podría usarlo, como ya hemos apuntando, incluso el mismísimo Stephen Hawking.
Umoove es hija de la fiebre de emprendedores tecnológicos que “asola” Israel; un país con ínfulas de erigirse en la competencia directa de Silicon Valley y su verbo favorito, y el que practican hasta el último shéquel, es “emprender”.
De hecho, la definen como una nación de startups, pues Israel aglutina un número despampanante de emprendedores, ya que cuenta con la mayor cantidad de startups per capita, y posee más compañías cotizando en NASDAQ que cualquier país de Europa, Corea, Japón, la India y China unidos, y, ojo al dato, es el mayor destino de las inversiones de riesgo per capita.
Por lo tanto, Umoove ha aflorado en una tierra muy fértil, pues a su alrededor crecen los bancales de emprendedores. Aún así, tiene pendiente enamorar a un fabricante de tabletas o móviles, pues nadie se ha decidido a incorporarlo a sus artilugios. Desde Websa100, le deseamos un feliz y próspero idilio con las marcas.