Los servidores web modernos permiten que los archivos del sitio web se compriman como parte de su transferencia, lo que a menudo reduce drásticamente el tamaño del archivo de descarga y la velocidad de carga de una página. Se utilizan varios algoritmos de compresión diferentes, como GZIP, Deflate y Brotli. A menudo, habilitar la compresión puede representar una ganancia simple y rápida para el rendimiento, y la mayoría de los servidores web nuevos tendrán esto habilitado de manera predeterminada.
Debes asegurarte de que la compresión está habilitada y funciona de manera efectiva en tu servidor web. A veces, la compresión puede habilitarse solo parcialmente para tipos de archivos particulares, o usar un método de compresión más antiguo, por lo que es importante comprender si tu servidor está configurado de la manera más eficiente posible. Esto puede requerir la ayuda de un desarrollador para investigarlo.